Swift

Conociendo a Gloria

 El último tramo del viaje se me hizo eterno. Estaba ya cansada después de tantas horas y además era todo carretera de montaña llena de curvas, subidas y bajadas. Pero por fin llegué al pequeño pueblo que sería mi nuevo hogar temporal.

¿Veis esa casa entre los árboles? Es la mía.

Gloria, la sitter que yo iba a sustituir, vino a recogerme con los tres perros en el coche para hacer las cosas más fáciles. Y es que el caminito a la casa se las trae, ya que está ubicada a las afueras del pueblo y en plena montaña. Pero toda la incomodidad que supone llegar hasta ella queda compensada por las vistas y tranquilidad que la rodean.


La casa es enorme, tiene un montón de habitaciones y tres baños. En el jardín hay una piscina y un mirador que da al pueblo con el acueducto de fondo, el resto está rodeada de bosque. No tengo ninguna queja del entorno. Bueno sí, que al principio me daba miedo. Con las semanas me he ido acostumbrando a los ruidos y al hecho de estar aquí sola, pero os voy a reconocer que me costó un poquito.


Los dos primeros días fueron de adaptación; Gloria se quedó conmigo para explicarme cómo funciona todo por aquí y para que los perros se acostumbrasen a mi presencia. Esto último fue mucho más rápido de lo que yo esperaba, por cierto, pero ya os lo contaré más despacio.


Antes del viaje, el hecho de compartir unos días con la persona que estaba cuidando de los perros se me hacía un poco raro pero ahora puedo asegurar que es uno de los puntos más positivos de haber venido. Gloria es una experta en esto del House Sitting, lleva años haciéndolo y viajando por diferentes países mientras teletrabaja. Tenía mil historias interesantes que contar y me abrió los ojos a nuevas realidades que yo ya llevo un tiempo buscando. Muchas veces tengo la sensación de no encajar en ningún sitio, de estar sola en la búsqueda de un futuro que no sea tener una casa y formar una familia. No tengo referentes cercanos de culos inquietos como el mío, de gente que quiera estar de aquí para allá, aprendiendo y experimentando cosas en la manera en la que lo hago yo… y justo algo así fue lo que encontré en Gloria. Cada una con su vida, con su trayectoria propia, pero con esos puntos en común que tanto me cuesta hallar en los demás.


Te echamos de menos.

Así que con todo esto, me dio verdadera pena tener que despedirme tan pronto de ella porque tengo la sensación de que aún hay muchas cosas que puede enseñarme. Ojalá volvamos a coincidir en el futuro y ojalá que sea en Camboya. Desde luego no tendré mejor guía que ella y, por si vosotros tuvieses la oportunidad, os dejo aquí su web de tours por el país asiático:


www.chooseasia.net


Al irse ella, comenzaba mi retiro espiritual de manera oficial. Y un mes después puedo decir que todavía no he perdido la cabeza. O al menos no del todo, pero eso ya lo iréis juzgando vosotros. Gracias por leerme,


Estela.

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1 Comments

  1. yo también os echo de menos... no descarto una visita... gracias por nominarme, super crack

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