Swift

Polvo everywhere

Ya casi me voy de esta granja y todavía no os he contado nada sobre ella, qué poca vergüenza tengo. A mi favor diré que tampoco hay gran cosa que decir. Llevamos dos semanas geniales por aquí; Yves es un tío guay, nos reímos mucho con él y además nos da de comer como si estuviésemos siempre en un restaurante de los caros .

La pena es que el trabajo no es demasiado interesante, casi todo lo que hacemos es ayudar a limpiar la casa. No en plan criados sino en plan amigos que ayudan en una mudanza. Hay muchísimos trastos acumulados por todas partes y kilos de cosas que van directas a la basura. La semana pasada, por ejemplo, vaciamos el ático - que no os imagináis vosotros lo que había ahí - y lo limpiamos de polvo, telarañas e insectos varios.

También hemos estado un par de días quitando las malas hierbas del jardín. Os puedo confirmar que odio esa tarea; no me gustó en casa de Christophe pero aquí mucho menos porque el jardín es enorme y se enredan con el resto de plantas que no hay que quitar y además esconden un montón de bichos en su interior. Lo dicho, terrible.

Lo que nos parece perfecto de este sitio es el horario. Todos los días de 8 a 13 y la mayoría de días en realidad nos llama a comer antes de la hora, así que aunque durmamos siesta larga nos queda muchísimo tiempo libre. El clima no nos está dejando disfrutarlo demasiado porque llueve todos los días, hemos podido salir sólo un par de veces a conocer el pueblo y a ver el río. Los alrededores son preciosos, eso sí, eso se aprecia a pesar de la lluvia.

Y por cambiar un poco, este fin de semana aprovechamos que el coche vuelve a funcionar con normalidad para ir a conocer Lyon. Hizo bastante frío y sólo pasamos una noche en la ciudad, pero de todas formas disfrutamos de volver a la civilización (con mascarilla) después de un mes perdidos por los campos franceses. Lyon no nos gustó demasiado pero es pequeñita y se ve fácil en un par de días. Tiene un par de catedrales curiosa, está rodeada por dos grandes ríos y el casco antiguo guarda bastante encanto y conserva incluso « pasajes secretos » de hace varios siglos.

La belleza lyonesa

Como veis, en general estamos muy a gusto aquí y yo creo que me va a dar pena irme pero a la vez tengo ganas de hacer algo más estimulante  y aprender cosas más allá de aspirar polvo. Eso sí, estoy superando mi miedo a las arañas a pasos agigantados porque aquí están por todas partes. Seguiré trabajando en ello. Gracias por venir,


Estela.

MÁS POR AQUÍ

1 Comments

  1. Lyon! Eu adoraria conhecer! Amei ter noticias suas. Logo logo nao terá mais medo de aranhas.

    ResponderEliminar

Flickr Images